viernes, 27 de junio de 2008

San Lico, Martir por el fútbol



En la foto la Marea Roja tratando de taleguear a Lico, pero salió Vivo

Federico Mejía, conocido por todos por Lico, excelente basketbolista, ahora jugador de tenis...excelente amigo, siempre jodarrea. Resulta que Lico como bien dice Jose Mario sin querer se mete en huevos y en el juego de la selecta contra Panamá estaba Lico por razones de trabajo y de casualidad en Panamá y por poco lo malmatan los negros de la marea roja....razón por la cual a petición de José Mario lo ibamos a nombrar Martir, les adjunto el email de Lico para que lo lean de viva voz (escrita)

Lico comenta....Hola hijos de P&%$.
Ganamooooooos.
El viernes cuando me dijeron que todabia tenia reuniones de trabajo para el Lunes me senti triste porque ya tenia planificado estar en el Coloso de Montserrat.
Asi las cosas, estoiy el el
Hotel Veneto que tiene un casino adentro donde caben unas dos mil personas.
Como les comente anteriormente los Panamenos han crecido en Foot Ball y todos los lugares estaban topados de gente viendo el partido.
Metimos el primer gol y me quede callado, el segundo gol me puso cagado, y cuando metimos el tercer gol grite como loco y todos los cerotes me voltiaron a ver y me empesaron a putear, me fui adonde la seguridad del Hotel y llame a Jose Mario.
He tenido que esperar que la gente salga un poco y pedi a seguridad que me acompanaran en el asensor al cuarto ya que los primeros 5 pisos son de parqueo y ya un vergo de gente que me queria joder.
HE GOZADO como nunca, jajaja, pero tambien me cague porque estos cerotes ya estaban a verga esperando la celebracion y en los ultimos 15 minutos se les fue todo.

Quise tomar fotos con el celular pero ya casi me daban verga asi que aun cuando agradesco el que se me haya considerado como el Martin de la promocion, prefiero seguir vivo jajaja.
Ahora en la TV de Panaman dicen los comentaristas que como es posible que unos enanos les hayan ganado y quieren matar a su entrenador.

VIVA la Selecta
Desde ciudad de Panama
El Martir vivo